martes, agosto 19, 2008

La Garrucha. Sobre el derecho a la autonomía, a la tierra y al territorio

129 karavaneros tuvimos komo destino el Caracol de La Garrucha, “el lodo, las caminatas y el cansancio no le impidieron el viaje hasta diferentes comunidades que trabajan la autonomía zapatista”, reportaron los activistas de diversos países.

Visita de la Caravana a la comunidad zapatista de La Galeana y el Rancho de San Alejandro

Sábado 2, domingo 3 y lunes 4 de agosto de 2008


La Caravana solidaria visitó estos días la comunidad de La Galeana. El comandante insurgente Ismael es quien nos conduce desde la carretera hasta el pueblo. Es la primera vez que esta comunidad indígena recibe tantos visitantes, por lo que la emoción se siente, más todavía cuando La Galeana sufrió el pasado 4 de junio una provocación militar. Con la mentirosa justificación de una inexistente plantación de marihuana, unos cien militares entraron en las milpas que trabajan los compañeros. Las mujeres, los niños y un puñado de hombres que en esos momentos estaban en la comunidad decidieron plantar cara al ejército, obligándole a volver por donde había llegado. El gobierno mexicano continua tratando de criminalizar y ensuciar la imagen del zapatismo con burdas campañas mediáticas como la de las plantaciones de marihuana, algo completamente falso en una territorio zapatista donde no se permite el consumo de drogas ni alcohol.

.Los Relámpagos de la Libertad amenizaron con sus canciones muchos momentos del encuentro. Este cuarteto musical, compuesto por guitarras, guitarrón y violín utiliza las canciones para hacer llegar el mensaje zapatista y la cultura indígena. Las dos noches hubo fiesta para celebrar el encuentro

La Galeana tiene importancia histórica para el zapatismo, allí komenzaron los pasos del Señor Ik (Francisco Gómez, Comandante Hugo) y el comandante Ismael y el comandante Masho, entre otros, que llegaban a los poblados de noche para trabajar con los kompas, pues La Galeana era un pueblo libre ke no estaba en las fincas y no tenía tanto control. Más adelante se convirtió en un refugio para los desplazados después de la ofensiva militar del 95.

En San Alejandro hubo otro recibimiento colorido, musical y participativo, que dio paso a una visita de las tiIntegrantes de la caravana de solidaridad con los zapatistas a su llegada al caracol de La Garruchaerras recuperadas para el uso común, allí comenzaron las exposiciones de lo ke sucedías en las fincas. La explotación y el dolor, ahora San Alejandro son 1 200 hectáreas de tierra recuperada.


Visitaron los nuevos centros de población Javier Hernández, San Rafael y Rancho Santa Rita, establecidos en tierras recuperadas después del levantamiento de 1994. En todos ellos las exposiciones las hicieron l@s viejit@s, que primero se presentaban sin pasamontañas, luego se lo ponían y decían: "este es nuestro símbolo", y kontaban la historia de dolor y humillación de las fincas, komo no les pagaban, y los golpeaban, y hacían que niños de doce años cargaran grandes barriles, y abusaban de las mujeres. Al ver a esos viejistos y viejitas, al exkucharlos, aparecía lo ke son los 500 años de resistencia, los 100 años desde el otro zapatismo, y todo adquiría sentido y peso real.

Kontaron como se prepararon para el alzamiento "con mucho secreto", y komo después del alzamiento están konstruyendo otro mundo en tierra recuperada.

Antes, en Garrucha Marcos, acompañado por Moisés, había dicho a los miembros de la Caravana, que venían de Italia, Grecia, estado español, Uruguay, Estados Unidos, Bélgica, Nación Purépecha, Pueblo Chinanteco y de varios estados de México:

"Llegó la idea de buscarlos, con la intuición y el deseo de que existieran: ustedes, otros como ustedes. Vino la Sexta Declaración, la ruptura definitiva con este sector de los coyotes de la solidaridad. Y la búsqueda, en México y en el mundo, de otros que fueran como nosotros, pero que fueran diferentes.
Además de esta posición frente al poder, hay una característica esencial en el zapatismo —y lo van a ver ahora que estén en estos días aquí, o si hablan con los Consejos Autónomos y con las Juntas de Buen Gobierno, o sea con las autoridades autónomas—: la renuncia a hegemonizar y homogeneizar la sociedad. Nosotros no pretendemos un México zapatista, ni un mundo zapatista. No pretendemos que todos se hagan indígenas. Nosotros queremos un lugar, aquí, el nuestro, que nos dejen en paz, que no nos mande nadie. Eso es la libertad: que nosotros decidamos lo que queremos hacer.
Y pensamos que sólo es posible, si otros como nosotros quieren y luchan por lo mismo. Y se establece una relación de compañerismo, decimos nosotros. Eso es lo que quiere construir La Otra Campaña. Eso es lo que quiere construir la Sexta Internacional. Un encuentro de rebeldías, un intercambio de aprendizajes y una relación más directa, no mediática, sino real, de apoyo entre organizaciones."

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